14.6.14

Lejos, a kilómetros


Lejos, a kilómetros de

donde vivo
me olvidé por un momento
de las cosas que
me pertenecían.
Y estuvo bien ser un
desheredado;
depender del combustible
propio de mis pies,
circulando los ojos
en calles que no eran mías.

ECCE HOMMO

Horizontal
como todo 
pensamiento 
humano,
me dispongo a 
restaurar el
desgaste de
la noche 
anterior.

Un Nietzsche
reducido en
un libro al
costado de
la cama,
es un guiño que
induce una
conclusión.

Cada palabra que
no dije
Cada esfuerzo que
no hice
Cada cosa que
dejé escapar,
un día me
pasará factura.

Pero mi respuesta
es inmediata como
un mecanismo
de defensa:
no estoy para
mendigar.

Nietzsche
también lo
hubiese dicho.