Poemas

Traición
Sentí el olor
Era traición
Me traicionaron muchas veces
Me sacudieron el ojo
hasta la mañana
Pero hice un esfuerzo
Stop, pausa
Para no permanecer despierto
por 48 horas.

Me traicionaron muchas veces
En la orilla del rio
Antes de llevarme la corriente
Y convertirme en agua
Entonces dije tres palabras
Y nadie supo después:
1- De las palabras
2- De la circunstancia
3- Ni de mi
Encontré a mi objeto Amado
Fue producto de una serie de cosas
Metódicamente ordenadas
Celosamente dispuestas
Abrí la caja de la ciencia
De herramientas metodológicas
El resultado: haberme cambiado la vida
Mi objeto
Mi sujeto.
Flaca hermosa
Nos trenzamos hasta lo dientes
La flaca se descalza
Me siento en una silla, pido tregua
La flaca pide venganza
Me saca de la silla y casillas
La flaca sonríe
Me aplica un sillazo en la cabeza
Y sonrió con una silla rota
entre los dientes.
En la sombra de Kafka
Mi Kafka interior se regocija en su tumba
Hace frio en verano
Llueve en primavera
Mi Kafka interior se regocija en la cama
Y por miedo
nunca se levanta.

Romance en la ciudad

El romance
Esta vida
La ciudad
El amor hacia una mujer
Caerle bien a tu suegra
Ser piadoso con los objetos
La amistad de los perros
El saludo a una vecina
La visita inesperada de un tío pesado
Un mensaje de un amigo
El diario del expectaculo
Televisores chatitos
y teléfonos que microtocan
los dedos cansados
Mucha música virtual
El tango del abuelo
La sociedad de las plantas
Nuestra lluvia
Mirar de lleno las gotas
Ponerse terco
Amar
Ser un chico

Nos tomamos un taxi y un vaso de leche

No es momento para el llanto
Aquí no entran lágrimas
Se prohíbe estrictamente el uso de aparatos lloradores
Oradores,
Perdedores,
Opresores,
Contadores
De gotas contadores.
No es minuto para el recuerdo
No es preciso usar el cerebro y sacarle el humo
No es recomendable maquinarlo
Tomarlo
Exprimirlo,
Secarlo,
Plancharlo
No es tiempo para dos lágrimas, una en cada ojo
No es momento para declararse sensible ante tus amigos
No es lugar para mostrase vulnerable frente a los encantos
de una mujer.
Queda vedado el tartamudeo,
El tartasuspiro
El tartasaludo
H-o-l-a, t-e-n-g-o g-a-n-a-s d-e v-e-r-t-e.
Por ley se exige meter la mano izquierda en el bolsillo
Para encontrar un objeto que te recuerde
que nunca dejaste de ser un niño.

Abazame

Abrazame un ratito

Abrazame en la universidad

En la fotocopiadora todos amontonados

Nos abrazamos mientras esperamos

Por las escaleras quiero que me abraces

Escaleras caracol

Lentas escaleras, digo.

Que me abraces

Y sobre todo en los recesos

Que ganas de decir recreo

En el curso

Y en el cuarto para guardar las cosas

Dos o tres computadoras llenas de tierra

Y una telaraña.

Ahí en el medio del polvo

Donde nadie nos vea

Un ratito que me abraces

Y que nos saquen fotocopia

Mientras no nos damos cuenta

Basura espacial

Cada día es un mundo aparte.
salimos de la cucha
a la calle
por las rejillas.
subidos a las ratas.

Días Turbulentos

Persuado mis días
con impaciencia.
De esta manera rompo
diarios, libros, cuadernos, jarrones de cemento
y también de porcelana con bastante fuerza.
Camino varias veces
por el mismo lugar,
una y otra vez caminando
abriendo los ojos,
cerrándolos.
Lastima que no tengo a nadie a mi lado
para hacerlo mi cómplice:
muerdo una lapicera, le succiono su tinta,
la saboreo
y luego
sonrió como un payaso con dientes desafortunados,
aunque piense que esto es obra de mi buena fortuna,
excesiva de los días,
derrochada de tan generosa.

Umbrosa

UMBROSA

Tan urgente 
Tan única 
De usura exuberancia 
entre bambalinas. 
¡Por Dios cada vez más 
más alta su cintura, 
mi corazón encabritado; 
las miradas baldías!.
Umbrosa de nuestras almas, 
del rumor persuasivo 
de las horas, del rubor. 

Con la baba amontonada 
y la soga al cuello 
Colgado la cabeza 
el cerebro, las neuronas 
Me ata de manos 
de pies 
y la conciencia 
con toda mi sangre 
ultrarroja 
se me desangra 
la cabeza. 

Y ululo ferviente 
como lobo hombre 
feroz, medio salvaje 
Ya domestico 
bajo su orden 
Colmillo apacible 
Lobo con cuidado 
con los ojos entreabiertos 
Las orejas agachadas 
de rodillas sin lamentos 

El dulce sabor 
de su voz aguda 
de manjar inadvertida 
Domadora implacable 
de mi amor ultraviolento.

Exit

Llega un momento
en que
aspiramos
a escribir
algo peor.

Dos palabras
tal vez
me basten
luego de tantas
desperdiciadas.

No quisiera
contarte más
de lo inevitable
y de mí.

No debo hablar
ni dar a conocer
mis demonios
porque eso seria
darles
la importancia
que ellos
necesitan
para seguir
viviendo.